Asesoría y Comunicaciones para las Artes

Asesoría y Comunicaciones para las Artes
Asesoría y Comunicaciones para las Artes

domingo, octubre 23, 2011

NOGUERA, LA ENERGÍA INACABABLE


Por Valeria Solís T.

“Si hago tantas cosas debe ser porque tengo un impulso de expandirme, no pretendo invadir, pero sí expandirme…”


Sentado frente a un clásico y estilizado escritorio, Héctor Noguera personifica a Andrew. No levanta por casi dos horas la vista de unas cartas. Tampoco lo hace Shlomit  Baytelman quien toma la voz de Melissa. Es que la obra escrita por el guionista norteamericano AR Gurney, está pensada para ser leída y los 50 años que pasan en la vida de estos personajes enternecen y emocionan por el poder de la voz de los actores y no de sus actuaciones.

Love letters, que también dirige Noguera, envuelve al espectador por su intimidad y elegancia literaria. Cuenta Noguera que la obra llegó a sus manos por el productor argentino Miguel Shapira y le gustó de inmediato: “Es una obra que está escrita con un oficio de escritor notable, de dramaturgo notable”.


¿No preocupa que la gente no entienda el formato de lectura dramatizada?

-No me ha resultado así con “La vida es sueño” por ejemplo, que es un espectáculo absolutamente masivo, la he dado ante 6 y 7 mil espectadores y hasta 5, y en diferentes países.


¿Y en el caso de Love letters?

-Lo que me gusta de la obra es que el escritor la hizo para ser leída.


La obra dura casi dos horas ¿Puede ser agotador para el público?

-Ahora dura menos. La obra se ha acortado porque fluye más. Es una obra extremadamente musical, es rítmica, aquí el ritmo está marcado por las pausas de los silencios, las detenciones, que generan en el público una cierta tensión de quién va a hablar. Ella por ejemplo plantea una pregunta esperando ser respondida y él responde con otra cosa, es el que menos responde a las preguntas de ella; ella es más directa. Todo eso está marcado, los ritmos, las sorpresas de saber qué le va a responder el otro. Sorprende por la respuesta o por la no respuesta. La obra está magistralmente hecha, cómo se está tejiendo el carácter de ella y de él, cómo se va diferenciando, porque al principio son niños, pero después son muy distintos los dos. Es muy interesante no hacer los cambios de edad físicamente, sino únicamente por el texto, ¡sólo por el texto! Eso habla de una escritura muy fina, muy acuciosa, de mucho oficio de parte del escritor. (la gente) podría decir entonces ¿Por qué no la leen no más? No, porque es el actor el que va dando los ritmos, las pausas, los tiempos. ¿Pero si la van a leer, mejor la leo yo? No, porque la musicalidad del texto la deben entregar los actores.


TODOS LOS CAMINOS PARA ACTUAR

 Este año Héctor Noguera cumple 73 años, su estado físico es impecable. Tiene dos matrimonios a su haber y cinco hijos, la mayoría vinculados a la actuación. Ha participado en 16 teleseries con algunos personajes que quedan en la retina de los televidentes como el viejo abusivo de “Pampa Ilusión” o el patriarca de “Machos”. Su participación en el cine es más escasa, pero no menos importante como el joven sacerdote de “El Chacal de Nahueltoro” o el ya más viejo de “La Frontera”, en total  9 largometrajes.

Por otro lado, tras un largo periodo involucrado con la escuela de teatro de la Universidad Católica hoy es Decano de la Facultad de Arte y Teatro de la Universidad Mayor, y sobre las tablas ha estado con más de 150 montajes teatrales, siendo Teatro Camino, su mayor tesoro de los últimos 20 años.

Sorprende que estés vinculado fuertemente al teatro, a la televisión, al cine, eres Decano de una Universidad ¿Cómo se hace eso?

-Yo me he ido armando sin querer queriendo esta forma de vivir. Creo que para mi todo está muy relacionado. El puesto que yo tengo en la Universidad Mayor nace porque se interesaron en cómo yo llevaba el Teatro Camino, siempre fueron dos entidades diferentes, pero se juntan a cada rato, la universidad nos da auspicios, nos pone un bus de acercamiento. La televisión tiene que ver, porque es importante para el teatro, pues provee el dinero, lo que gano se invierte en las obras, en la infraestructura.

 Y en este sentido destaca que ninguna de estas actividades serían posibles sin el apoyo de sus más cercanos, su mujer, su familia y sus colaboradores “Para mi la familia es un apoyo harto grande, porque tengo la suerte de tener a Claudia, que es una mujer que convoca, conglomera a todos mis hijos…protesta también, porque no estoy nunca en la casa, pero al mismo tiempo hay un centro muy importante que es la familia. Yo tengo muchos centros, pero todos estos centros están regidos por Claudia. Y en la universidad también tengo gente que trabaja conmigo de una manera muy comprometida, muy, y eso hace que sea fácil.

Cuenta que hace un tiempo se fue unos 10 días a Nueva York, a la casa del único amigo que conocía allá. La idea era desconectarse, dejar totalmente cerrada su agenda y descansar, pero al tercer día se sorprendió al ver que tenía miles de cosas que hacer  y además de las obligaciones que me impuse yo como ir a tal museo, ver tal obra, ya tenía una agenda tan complicada como la de Santiago y yo me decía ¿Por qué si yo vine para no hacer nada?” –relata riendo.


¿Y  cuáles de todas las expresiones creativas que desarrollas te llenan más?

-Si me dijeran tiene que escoger una sola cosa, escojo el teatro, indudablemente, porque es una actividad que depende casi solamente de uno. En la televisión, en el cine, uno es una parte de un gran todo, donde tu dependes de muchas personas y de cosas que no puedes manejar.


¿Hay algún proyecto del cual te arrepientes de haber participado?

-Para mí no existe el éxito o el fracaso; todo es parte de un mismo proceso, hay veces en que se necesita que las cosas no resulten como uno quiere para que resulten otras que uno ni sospecha.

¿Hay desafíos que no pueden no realizarse?

-Eso me ha ocurrido muchas veces, que hay obras que se me aparecen en el camino y que yo digo esto no puedo no hacerlo, me siento en la obligación de hacerla, por ejemplo “La controversia de Valladolid”, cuando la leí pensé en eso; como que se me instalan necesidades. Hay cosas que quieres contar porque las encuentras necesarias, porque te haces la ilusión de que va a tener una recepción en muchos y en quienes tengan esa recepción va a provocar alguna transformación, alguna reflexión y que de alguna manera algo se va a mover porque tú lo haces. Las obras que yo presento en el Teatro Camino, grados más o grados menos, las hago porque me parecen indispensables. Las ideas vienen, las obras vienen, se encuentran con uno, se produce una sincronía, empiezas a imaginarla. Por ser Héctor Noguera quién es, por dónde está ubicado, qué hace, su historia y para dónde quiere ir o hacia dónde va, esta obra hay que hacerla.


¿Y quién es Héctor Noguera entonces?

-Yo soy muy malo para las definiciones (ríe) uno es un montó de cosas diferentes. Creo que hay que ser muy flexible, hay que ser muy cambiante, hay que dejarse influir con las cosas que le ocurren a uno, con las cosas que ve, que percibe.

¿Y las teleseries cuándo se dejan?

-Yo no pienso dejarlas, yo no tengo un límite. Creo que es probable que las teleseries me dejen a mí, pero mientras no me dejen, yo voy seguir haciéndolas. Para mi es actuar, es hacer mi oficio.

¿Cuál es el desafío que queda con el teatro camino?

-Poder continuar es un desafío diario, hacer teatro, hacer arte en Chile es difícil, las cosas no se te facilitan, hay que estar siempre inventando otros caminos, inventándose el lugar de uno ahí adentro, estar atento a los cambios que se van originando, ser flexible a esos cambios. Ésa es la labor.


Teatro Camino ha optado con una fórmula diferente para mantener la sala

-Acoge compañías de jóvenes y de afuera también. Es muy importante y me importa mucho que sea un teatro para todos…Las compañías que tienen salas debiéramos tener una subvención anual que nos permita mantenerla, porque implica sueldos, para las obras puedes aplicar fondart o un auspicio, pero lo que no puedes es mantener una sala sin personal. Y  eso las obras no la dan.



¿Y en ese sentido Teatro Camino está financiado por la televisión?

-Claro por la televisión, por el auspicio de la Universidad, las funciones vendidas y la publicidad que hago. Se requiere muchos afluentes.



¿Cuál es la huella que crees que dejas en la nuevas generaciones con tu propuesta de trabajo?

-Yo creo que a estas alturas de la vida, los jóvenes ven en mí, uno supone, ellos ven, en lenguaje bien juvenil, a un viejo bien aperrado…(reflexiona largamente). Es que las cosas que hago están muy unidas…


Sobre la publicidad hubo personas que les chocó verte porque eres hombre de teatro..

-Yo no tengo ningún problema. Si estuviera promoviendo algo indebido, pero no veo porqué no. Hacer un publicitario por pocas horas de trabajo uno recibe una cantidad de plata que yo digo con esto salvé el año del Teatro Camino…, yo quiero ser una persona que comunica a través de muchos medios, pero a la larga es una sola cosa. Si hago tantas cosas debe ser porque tengo un impulso de expandirme, no pretendo invadir, pero sí expandirme. Creo que hay una diferencia entre los dos, invadir es imponer y expandirse es…
Héctor Noguera queda en silencio y extiende sus brazos como si fuera a volar.

Publicada en Revista La Panera, mayo 2011

No hay comentarios.: