Por mí, ya está bueno de sol.
Necesito que el otoño, que llegó la otra noche mientras dormía, se haga presente de manera concreta.
Es lindo el sol, estimulante, pero cuando son muchos los meses, me agota.
Eso de dejar todo en evidencia y hacernos sudar por todo, me aplasta el ánimo.
Por eso quiero otoño, necesito recogerme y mirar a distancia; necesito que el clima un poco entibiado, me cobije y también me permita caminar sin prisa.
Este otoño, lo siento muy distinto al de los últimos tres años y quizá por lo mismo lo espero con ansias...sueño con estar sentada tomando unos mates, mientras leo en el sillón y escucho las conversaciones de mi Miranda con su amiga la Jose.
Esa es mi felicidad, esa paz tan dulce y discreta, que quiéralo o no, será capaz de eliminar todas las pesadillas que tuve por tres años.
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