Asesoría y Comunicaciones para las Artes

Asesoría y Comunicaciones para las Artes
Asesoría y Comunicaciones para las Artes

miércoles, julio 26, 2006

Esta columna ya fue publicada...

Teillier se fue de Chile hace diez años


El 22 de abril de 1996 a las 10 am me encontraba sola en la oficina de Cultura del diario La Nación redactando algún reportaje del área. Fui interrumpida por un joven que llegó con un cable de último minuto. El poeta Jorge Teillier, el que vivía en una parcela cerca de la Ligua, a quien yo había visto hace un mes atrás en un encuentro de poetas regionales, había muerto en el hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar.

La tristeza me embargó. Era el poeta de las nostalgias, el que me había acompañado en tantas instancias de profundidad y al que había visitado a cuanto recital de poesía había dado en la capital. No sé qué me apenaba más, si la imposibilidad que nos da la muerte de no poder volver a ver a las personas o la frustración de que una vez más había muerto un artista chileno sin obtener el reconocimiento mínimo de su área, como el Premio Nacional de Literatura.

Al otro día, sentada en una butaca de la iglesia de la Ligua, en medio de su familia, yo lloraba en silencio, pensando y recordando que todas las veces que lo vi recitando o que me lo topé cerca de la calle La Pastora en Las Condes , no fui capaz de darle las gracias.
Sentí una deuda que de alguna manera suplí con mi relato de sus funerales publicado en el diario La Nación.

Pero no era suficiente. Ése día me prometí entonces elaborar su biografía. Sin embargo, el destino me tenía deparado un vendaval de obligaciones terrenales y no alcancé a elaborar más de tres entrevistas, una de las cuales, eso sí, valoro mucho. Me refiero a la conversación que establecí con su segunda mujer, Beatriz Ortiz de Zárate, en la cual fuimos interrumpidas por el sonido de un organillo en la puerta de su casa. En ese momento ella me dijo, tienes la bendición de Jorge, él adoraba los organillos.

Dicho trabajo fue elaborado finalmente por una ex alumna como tesis de grado y que espero prontamente se publique a nivel masivo con el respaldo de un editorial. ¿Por qué? Porque como periodistas de cultura, es fundamental dar a conocer a la gente, quiénes son los constructores del alma de los países. Y en éste en particular, que se caracteriza por estar lleno de deudas históricas ( no olvidar a Bolaño, Huidobro y la Bombal, que murieron sin obtener el Premio Nacional de Literatura) siento que los periodistas son los únicos capaces de cubrir esas omisiones.

Teillier pese a su alcoholismo, nos recordó, una y otra vez, que la felicidad se encuentra en las cosas simples, en los territorios del pasado, en el sur de las cosas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ojalá que termines la biografía de Teillier, yo soy escritor de cuentos infantiles, y Don JORGE ha sido mi motorcito para llevar a cabo mis sueños como escritor. Se que las hoja de vida de Teillier se ha llenado la nostalgia, silencio, y de lo cotidiano del país del nunca jamás...amar a una mujer a través del silencio es lo más noble que un hombre puede hacer y Teillier lo hizo. La vida de Teillier puede ser escrita de muchas fuentes que no son convincentes, por eso te doy toda la fuerza para que lo hagas...hay muchos escritores que han querido escribir de él pero no pueden porque hay que sentir la poesía de Teillier para escribir de él, no es el caso de Véjar que nunca fue compañero ni amigo, sólo se quiso aprovechar del momento mas triste de un poeta que es la soledad sin silencio... bueno eso es otro cuento.
Yo se que Teillier se tomó unas cuantas chelas en Los Cisnes cerca de mi casa, es lo único que se de él ý que sus poesías son mágicas y tienen que ser leidas por todos...
..."Tú sabías que la poesía debe ser usual como el cielo que nos desborda,
que no significa nada sino permite a los hombres acercarse y conocerse.
La poesía debe ser una moneda cotidiana
y debe estar sobre todas las mesas
como el canto de la jarra de vino que ilumina los caminos del domingo.
Sabías que las ciudades son accidentes que no prevalecerán frente a los árboles,
que la poesía no se pregona en las plazas ni se va a vender a los mercados a la moda,
que no se escribe con saliva, con bencina, con muecas,
ni el pobre humor de los quieren llamar la atención
con bromas de payasos pretenciosos
y que de nada sirven
los grandes discursos tartamudos de los que no tienen nada que decir.
La poesía es un respirar en paz
para que los demás respiren,
un poema
es un pan fresco,
un cesto de mimbre.
Un poema
debe ser leído por amigos desconocidos
en trenes que siempre se atrasan,
o bajo los castaños de las plazas aldeanas." ("El poeta de este mundo" J. Teillier)

un Abrazo y gracias.
Roque Leiva

Valeria Solís T. dijo...

gracias a ti Roque. sabes, finalmente mi alumna elaboró una contundente biografía y luego desapareció como un fantasma. quedo pendiente el ayudarla a publicarlo. ese será el aporte que tengo más a mi alcance.

saludos, Valeria