levantó la vista y se alegró de ver cómo él caminaba.
Sin embargo, al rato no pudo dejar de lamentar que no la haya abrazado con más fuerza, con más certeza y se dijo a sí misma "esto duele como noche fría y solitaria".
Tomó un poco de hielo en sus manos, la apretó y camino hacia un costado para no convertirse en sal cuando intentara mirar hacia atrás.
Después se dio cuenta que era verano y que en verano no hay nieve.
1 comentario:
Un Besito... de amor y de dolor.
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