Mensajes cifrados

Siempre he pensando que la vida al igual que en una pelìcula tiene dos discursos: uno entre líneas y otro explícito.

Por lo general, se atrapa primero el mensaje evidente y pocos reparan en ese más alla, en el metalenguaje...

Hace rato también creo que las personas aprenden más desde los dolores del amor que desde los otros dolores cotidianos; puedes pelearte con una amiga, puedes perder el empleo, puedes estar sin dinero, pero cuando el amor toca a tu puerta y te quiebra en pedacitos y después te haces cargo de ese cristal roto, es muy probable que comprendas más cosas importantes y te ilumines entendiendo cosas más trascendentes.

Quizá eso explique que haya más canciones de amor dando vueltas, que canciones que nos cuenten sobre cuando una persona perdió un trabajo.

De regalo para este 18, dos temas de amor: Un poquito de Spinetta que me remonta al año 1995, y La Tregua inolvidable:

La vida puede ser una vorágine entre gustos y responsabilidades.
Se entra despacio, pero el espiral te succiona y con eso, las actividades, las personas, las apuestas se vuelven una suerte de movimiento confuso.
Estoy cansada, cansada pero contenta, de seguro una mezcla que no estaba en los ritmos últimos.
Y entre medio de este contento, de esta vorágine me detuve para darme cuenta que, a veces, una camina con la mejor de las disposiciones, con la más dulce paz, e igualmente la vida te pone a prueba: algo así como ¿A ver, y esto que usted dijo es tan cierto? ¿ a ver, y ese actuar que dice usted, se lo cree realmente?

y como esos pensamientos presionan, finalmente me quedé con mi mejor respuesta:

Sabes, yo apuesto a mi libertad. Mi libertad de pensar, de decidir, de equivocarme, de, honestamente, caminar sin pretender joder a nadie al lado. Y si me equivoco, que bueno,
!por fin me doy permiso para equivocarme!

Si al final, casi todos estamos en lo mismo ¿no?Mientras estemos vivos, todos tendremos que aprender a vivir y si algunos repiten y no pasan de curso, pues bien, ya tendrá su palito de helado vale otro.

* La fotografía, la tomé el año 2005 desde la carretera de la III región.

Y simplemente puede ocurrir, que la chica aquella, que quizá ya no sea ni tan chica, se pare desconcertada en medio de la plaza pública de la ciudad y se dé cuenta que cada uno se salva solo, se autoprotege sin mirar al lado, sin sentir el cuerpo del otro.

Y algunos le digan a la chica en cuestión que así son las cosas, que es parte de una utopía estar en apoyo de otros, ser solidario, ser más humanos y reclamar por las vulneraciones de unos por responsabilidad de otros.

Entonces, me imagino que la chica con una especie de vértigo (que suele sentirse desde el estómago hacia arriba) vea que todo da vueltas a su alrededor, como una cámara rápida que le mueve el piso, porque ella, siempre anduvo apostando a que algunas cosas se hacían solas, pero para estar siempre en relación con los otros.

Pero cuesta, cuesta tanto, porque los otros a veces, por crianza, por costumbre o por mal hábito, vienen con saquitos de intrigas, o saquitos de mezquindades, incluso bolsitas de carencias, entonces cuando se topan con la chica que entiende las cosas de otra manera, intentan que ella se haga cargo de todos esos saquitos y ella termina sintiéndose un poco sola no? Porque pasa, y me imagino que la chica se debe sentir sola de no contar con unos otros y otras que miren y actuen un poco con la lógica de ella, de las cosas en conjunto, en comunidad.

En fin, igual, yo le diría a la chica que siga su camino, porque igual es más dulce, es más amoroso y en el fondo es una apuesta más fértil y vital.

A continuación una canción de los ´90, grupo español que habla de gentes....