Han pasado muchos dìas de silencio, quizá porque mi vida se ha vuelto saludablemente intensa.
He reconocido rostros de amigas de ruta, que no veía hace tantos, tantos años y ha llenado el alma el hecho de mirarse a través de los otros, ver cuántos pasos se han dado en tantas direcciones; observarlos también y ver cómo no hemos cambiado el cariño profundo de la amistad.
También este ciclo se ha pintado de nuevos rostros, muy amables, muy cariñosos, muy de puertas abiertas, que me permiten vivir una cotidianidad enormemente sana y vital.
Todo lo veo mezclado de color, quizá por este clima tan raro donde llueve y sale el sol con la misma facilidad.
Y entre esas conversaciones y estas otras, entre esos encuentros y estos otros, me he reencontrado con esas magias tan maravillosas como no sentía hace muchos años, muchos más de lo que hubiera querido, claro está.
Este periodo es claramente la antesala a una buena primavera, por lo cual, abriré puertas y ventanas sólo a lo luminoso, amoroso y dulce.
Sólo tengo ganas de aspirar energía limpia. y quiero que los que quiero también respiren ese mismo oxigeno con aroma a oportunidades.
A continuaciòn una de esas canciones que siempre me anunció buenas noticias, como un oràculo musical. Canta Pedro Aznar y Pat Metheny.
Que disfruten y se alegren tanto como yo, con sólo escucharla.
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