Pensaba que la familia se podía construir con otros (los amigos, la pareja),que daban forma a la tribu y que no se necesitaba necesariamente el lazo de sangre para garantizar la comunidad.
Algo de eso sigo pensando, pero tuve una experiencia que me dio vuelta las cosas.
Sicológica o biológicamente se podría demostrar que cada individuo posee la carga genética de todos sus antepasados. Carga, que no sólo se traduce físicamente, sino también experiencialmente. Es decir, si mi tatatarabuela fue una mujer valiente que se enfrentó a su entorno y sociedad por creer en la libertad de pensamiento de las mujeres, esa forma puede estar inmersa en mí y actuar o reaccionar de una manera similar.
Mientras sigo masticando esta idea, invito a reconstruir los árboles genealógicos y saludar simbólicamente a cada uno de nuestros antepasados.
1 comentario:
Así es, como tú dices Valeria, llevamos a cuesta una carga genética de antepasados que es imposible erradicar para mí.
Personalmente trato de sacar lo bueno de esta genética un tanto extraña que me lleva a pasar algunos momentos no gratos en mi vida.
Mas aun cuando esa genética es emocionalmente inestable, a veces un poco dependiente y suele confundirme.
Pero es mi trabajo personal revertir todo y en ese proceso estoy.
Nunca me cansare de dar gracias a los míos que siempre han estado y se que estarán hasta el final junto a mi.
Besos congelados desde las montañas…
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