Lo más cercano a esto es mi estadía escolar.
miento! Ni en ese tiempo estuve 10 años ligada a la misma Institución.
El día que llegué a la Institución (nombre horroroso y tan pobremente literario)
juré que sería por un par de meses ( error!)
la vida me tenía preparado otro mapa.
Conocí el lado oscuro de las personas.
Conocí el poder y la lucha mediocre por adquirirla.
Conocí los que aman sus papeles y sus escritorios,
porque sólo ése es un mundo posible.
Compartí con las primeras locas de patio de mi vida.
Palpé la angustia.
Viví cigarros de pasillos y
eternas conversaciones de varios febreros quietos.
Supe lo que era ser enemiga del poder
y supe también lo que significa rescate.
Conocí en carne lo que significa tolerancia y
también el cliché de "lo que no te mata, te fortalece".
Quizá he experimentado más de 10 maneras de adaptarme,
aunque también quise huir y
correr en medio de los monumentos de la Plaza de la Constitución.
Encontré amigos de la tribu,
encontré apoyos y empatías.
pero, por sobre todo, descubrí que mi principal miedo
lo supe masticar y eliminar.
No soy la Institución, no soy el mueble del inventario;
el sistema no me atravesó la vida,
aprendí a usarlo, sacarle los intestinos, tomar su sangre,
reirme de él, vivir de él,
mientras yo me fui haciendo más fuerte.
1 comentario:
...o 10 maneras de desadaptarse del mundo.
...o 10 maneras de tornarse, al cabo de 10 años o 3652 días, en un desadaptado.
...o 10 maneras de contraer el germen de la halitosis funcionaria. Bicharraco, mal de males, en cualquier servicio o institución
...o 10 brindis con aguarrás por cada año de condena.
...o 10 latigazos inmerecidos atada a la estatua de Diego Portales.
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