Dicen que la luz del sol ayuda a evitar melancolías y sentirse más optimista;
dicen que la poca luz nos vuelve prácticamente tristes.
Me gusta el otoño por ese ambiente que genera de lluvia suave tras la ventana,
me gusta porque me permite conectarme con mi pasado, el de las cosas importantes,
pero también las banales que sólo hacen reir;
Sin embargo, ¿Qué hacer cuando el otoño se nos presenta tan luminoso, tan llamativo
como para estar sentada adentro de una habitación?
Puede parecer curioso, pero llevo tantos meses de cambios y siento que mientras no pueda sentarme a mirar la lluvia
todavía no puedo asimilar.
Recuerdo que cuando era adolescente, pensaba que las buenas experiencias sólo valían en virtud de que podría recordarlas,
el recuerdo como una matriz vital y no la vida misma que es precisa como un roble.
Igual con los años he aprendido a mezclar el saber calarme con el presente
como disfrutar la experiencia del recuerdo...no es fácil.
Para los que se quieren conectar con recuerdos especiales: Astor Piazzolla: "Adiós Nonino".